Os presentamos un artículo de Sebastián Martín Constanza.
La cal en S. Agustín a mediados del siglo XX
PorSebastián Martín Constanza.
Obtenciónde la cal.
Misinvestigaciones en el proceso de la obtención de la cal están basados en loscomentarios de mi madre, Eulogia Constanza Sánchez buena conocedora, de esteproducto en su juventud, y experta en los encalados de las fachadas de lasviviendas, según sus comentarios, el proceso era el siguiente.
L a piedra caliza, setransportaba a los hornos quema torios, o caleras en carros tirados por bueyeso muías, (S. Agustín tiene un buen número de ellas repartidas por todo sutérmino), y llegados a ellas, los caleros hacían un lecho con estas piedras.Hecha esta operación, eran cubiertas con paja, sarmientos, o leñas, dependiendode la materias prima como combustible, que predominase en las localidades,donde se hacia esta práctica.
Quemadas las piedras calizas, perdían el agua quedando unproducto al que se le denominaba cal viva.
Encalado de las paredes en S.Agustín:
Para poder usar este producto, se tenía que poner laspiedras deshidratadas de cal, en un recipiente con agua, normalmente mediatinaja, o un bidón de chapa partido en una de sus terceras partes, aunquetambién a veces se usaban barreños de cinc, u otro utensilio que sirviese pararealizar esta operación. El producto resultante era un líquido extremadamenteblanco, y al que se le denominaba, cal muerta.
Seguidamente, y tapado todo el cuerpo, con camisas de mangalarga, y pantalón largo, que casi siempre coincidía que era de pana, y con pañueloy sombrero de paja, al estilo de los de la siega, cubrían cabeza y cara, pueseste producto aunque ya apagado o muerto, puede producir quemaduras.
Provistos de escobas de mijo, y para laspartes altas, un palo largo y en una de los extremos, atando una sartén, cazo,u otro utensilio al menester, como podía ser un hisopo de trapo, se llenabancon el blanco elemento, derramándolo en la fachada de arriba hacia abajo,quedando de estas forma encalada la pared. A esta operación se ladenomina»jabelgar» (palabra de origen manchego, con que se alude alblanqueado de las paredes con cal), aunque en S. Agustín era más popular eltermino blanqueado.
Esta faena se solía hacer a finales de Agosto, como preparatorio de las fiestas locales de la localidad, y al tiempo de embellecer las paredes, servía como impermeabilización de las fachadas, y como antiséptico para las diversa cantidad de insectos, que antes pululaban por los pueblos, atraídos por las labores de las recogidas de las cosechas, como era la recolección, trillado y almacenamiento del grano, normalmente recogido en las casas, el las partes alta que servían de granero, y a los que popularmente se les llamaba «cámaras».
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